La Rioja guarda muchas leyendas que son narradas por profesores en las distintas escuelas primarias de esa provincia. Algunas causan mucho miedo y otras despiertan curiosidad en los niños por sus alucinantes historias que atrapan la atención minutos de iniciar con sus relatos. En esta ocasión, te vamos contar sobre un personaje mítico que ha prevalecido por muchas generaciones y pertenece al folclore de la tierra riojana. 

ZAPAM-ZUCUM

" Este nombre proviene de un sonido onomatopéyico. Quienes la han visto, entre los antiguos, la pintan como una mujer joven aún, arrebolada por los colores de una vida en la plenitud de su vigor, tostado del sol su rostro, los ojos y los cabellos negros y como signo particular, un par de enormes senos morenos y rosados a la vez, tan voluminosos que se mueven al andar y son los que producen ese sonido onomatopéyico.

La Zapám Zucúm es la madre y providencia de los niños y de los algarrobos. Cuida a estos y los defiende, para ofrecer sus frutos a las gentes pobres y se complace con las fiestas sencillas que se celebran bajo los árboles. Castiga a los que cortan algarroba verde y a los que hachan los algarrobos con espíritu de hacer mal, llevándoles un hijo para no devolverlo jamás.

Es pues, la gran amiga de los niños abandonados mientras las madres cocechan en costales; cuando despiertan los amamanta con sus pechos y vuelven a dormir sin distinguir entre la providencia materna y la que le otorga los seres inmortales."

En La Rioja cuentan la leyenda de Zapam-Zucum, una divinidad del pueblo Vichigasta. Se trata de una mujer joven y morena, de ojos achinados y largos cabellos de color negro. Deambula desnuda y tiene dos características fundamentales. Tiene unos enormes senos y manos pequeñas con las que suele acariciar a los niños que encuentra en los campos, y con sus inmensos pechos los amamanta. 

Su nombre Zapam-Zucum proviene del sonido que hacen sus senos cuando la mujer camina. Algunos cuentan que es de espíritu bueno y caritativo, ya que cuida a los niños que encuentra a la sombra de los algarrobos y que han sido dejados allí por sus madres que salen en busca de higos. Sin embargo, existen otras versiones sobre ella, en las que los lugareños sostienen que usa sus enormes pechos para causar el mal en algunos hombres. 

Según los relatos de los cuentos, esta mujer es la protectora de los algarrobos de los bosques, es por ello que cuentan que suele andar por estos sitios. Además, comentan que si ella observa a un hombre hachar los árboles o matar animales sin necesidad o como una forma de diversión, Zapam-Zucum les roba sus hijos como represalia y nunca más se los devuelve.

Otros dicen que se han dado episodios donde se ha enfrentado con ciertos hombres a los que atrapaba entre sus pechos. Esta versión sostiene que la mujer es muy enorme y que, entre medio de sus senos, cabrían hasta dos hombres juntos. Luego se los lleva por un rumbo desconocido y los desaparece. 

También en los bosques cuida los fuegos que los pastores dejan en sus campamentos para que los encuentren cuando regresan cansados al anochecer y, a su vez, los enciende para orientar con su humo a los que se han perdido.

Versión de un arriero oriundo de Catamarca 

“La Zapam-Zucum es una mujer de piel oscura, gigantesca y horriblemente fea, de pechos enormes y colgantes, que sorprende a los pastores y a los recolectores de las vainas de algarrobo durante los descansos que hacen bajo de ellos. Anuncia su presencia con gritos que imitan el ruido que hacen sus pechos al chocar entre sí cuando camina, y su mayor diversión es atrapar entre sus senos a todos los que no son suficientemente rápidos para escapar, y llevárselos con rumbo desconocido, sin que nadie más los vuelva a ver”.

Zapam Zucum es la madre y protectora de los niños necesitados de cuidado, y de los árboles; especialmente de todos los algarrobos y sus frutos que a tantos pobres alimenta. Asimismo, los lugareños de Vichigasta cuentan que a esta mujer le gustan las fiestas sencillas que se celebran bajo los árboles. Castiga solo a quienes cortan algarroba verde impidiéndole florecer y dar fruto, y a quienes cortan los árboles o matan animales con espíritu de hacer mal.

Ustedes dirán que se trata solo de una leyenda, pero lo cierto es que hay un relato de un mendocino que es propietario de la Bodega Lorca y ha contado que ha estado en Vichigasta en el 2018 en búsqueda del mejor terroir para su propio proyecto de vinos orgánicos. Llegó a una finca al oeste de la provincia, la cual quiso recorrer encantado por su clima, su suelo y su fruto, y lo hizo junto con un acompañante oriundo del lugar. 

Mientras recorrían la zona, el mendocino Mauricio Lorca comenzó a escuchar sonidos similares a muchos cascabeles y cada vez se hacían más intensos. No les dio mucha importancia, pero, al llegar a la salida, cuando estaba por dejar el sendero entre los viñedos, escuchó un grito escalofriante de una mujer que provenía desde lejos. Quedó impactado, y su compañero de caminata, entre risas,  le dijo: “Tranquilo, es Zapam Zucum que protege nuestros frutos”.

Desde allí, Lorca quiso saber más sobre esta historia, y luego decidió homenajearla a través de sus vinos. 

Cristian Avallone Sacerdote Afroumbandista Tarotista Reikista  Terapeuta Holistico contacto y consultas de Tarott Buzios Reiki al WhatsApp  +59896877894