La Ley 14346 vigente en Argentina y su ante proyecto de modificación conocida como "Ley Conan", busca agravar las penas contra el maltrato animal. Esta ley tiene como objetivo modernizar la legislación existente y se centra en tres pilares fundamentales: el agravamiento de las penas por maltrato, la tipificación de delitos como el abandono animal, actos sexuales con animales o sacrificios en rituales, y el maltrato en animales destinados al consumo comercial. Es importante destacar que la Ley no entra en conflicto con las actividades relacionadas con animales de consumo, ya que estas están sujetas a la legislación vigente. Sin embargo, el proyecto de ley establece que el no proporcionar suficiente comida y agua a animales cautivos se considerará un delito. Además, esta ley busca abordar las aberraciones que surgen de la matanza de animales domésticos, práctica que es repudiada en nuestra sociedad y cultura. También busca prevenir el impacto negativo en el medio ambiente y la vida causado por los desechos en la vía pública que contienen animales mutilados de procedencia de rituales dudosos . La Ley Conan busca fortalecer la protección y el bienestar de los animales, estableciendo penas más severas para quienes cometan delitos de maltrato animal y abordando diversas problemáticas relacionadas con el tema. La Ley Conan no está en contra de ningún credo que incluya la sacralización de carnes para consumo o el sacrificio de animales. Esta ley se enfoca en el maltrato animal y busca proteger el bienestar de los animales, pero no tiene como objetivo interferir con prácticas religiosas legítimas y protegidas por la libertad religiosa. Es importante tener en cuenta que la ley no prohíbe específicamente las prácticas religiosas relacionadas con la alimentación y el sacrificio de animales, siempre y cuando se realicen de acuerdo con los principios y requisitos establecidos por la ley vigente en nuestro país. En muchos casos, las prácticas religiosas están sujetas a regulaciones y normas específicas que garantizan el trato humanitario de los animales durante el proceso habitual en cada credo instalado en Argentina. Por lo tanto, la Ley Conan busca principalmente abordar el maltrato animal en situaciones que no están protegidas por la libertad religiosa, como el abandono animal, los actos sexuales con animales y otras formas de crueldad animal que todos sabemos que suceden. Respetar las prácticas religiosas es un aspecto importante en la aplicación de la ley, y se deben considerar los derechos y libertades religiosas en el marco legal correspondiente. La libertad de culto o religiosa es un derecho fundamental que garantiza la opción de cada individuo para elegir su religión, no tener ninguna creencia o no validar la existencia de un Dios. Este derecho permite ejercer libremente la creencia públicamente, sin ser objeto de opresión, discriminación o intentos de cambiarla. En Argentina, la ley 14.346, también conocida como "Ley Conan", es una legislación que prohíbe el maltrato y la crueldad hacia los animales, considerándolos seres sintientes que merecen respeto y cuidado. Es importante destacar que esta ley no va en contra de ninguna creencia que realice sacrificios de animales para consumo, siempre y cuando se realicen de manera humanitaria y respetando las normas establecidas, todo lo contrario a lo que ciertos sectores intentan hacer creer generando conflictos en la interpretación de la legislación. La libertad religiosa, en este contexto, implica que cada individuo tiene el derecho de practicar su religión, incluyendo rituales y sacrificios, siempre y cuando no se incurra en maltrato animal. El respeto por los derechos de los animales y la protección de su bienestar son valores fundamentales que se pueden conciliar con la libertad religiosa, promoviendo prácticas que sean éticas y respetuosas tanto hacia los seres humanos como hacia los animales. Por lo tanto está ley mencionada busca proteger a los animales de maltrato y crueldad, sin interferir en la libertad religiosa. Es importante fomentar la conciliación entre el respeto por los derechos de los animales y el ejercicio de la libertad religiosa, promoviendo prácticas éticas y respetuosas para todas las partes involucradas y no generar conflictos donde no existen. Es hora de construir puentes y no poner barreras en un tema que involucra a todos , ya que merecemos una mirada distinta sobre nuestras practicas y eso se logra generando diálogo con todos los sectores y escuchando la idea de con que podemos colaborar para ser mejores personas en un mundo distinto. C-F