18 de enero de 2023
Kuan Yin, la diosa que oye
La Diosa de la Misericordia tiene orígenes budistas
Kuan Yin, la diosa que oye
La Diosa de la Misericordia tiene orígenes budistas, pero su popularidad entre los
chinos es tal que hoy la veneran con igual devoción taoístas y fieles de la religión
folclórica. Se le atribuye no sólo la capacidad de consolar a los afligidos sino también
de beneficiar a todos los que la invoquen con sinceridad.
Son muchas las deidades que ocupan el panteón chino, pero ninguna supera en
popularidad a Kuan Yin, la Diosa de la Misericordia. Ella es, según lo señala su
nombre, "la que oye las plegarias del mundo".
La gente la adora. En la mayoría de los templos hay un recinto especial dedicado a
ella y su figura está en los altares de las casas o acompañando a miles de taxistas en
su jornada diaria. La televisión transmite, en los horarios de mayor audiencia, series
basadas en su leyenda. Sus orígenes son ciertamente budistas. Pero esto no es
impedimento para que taoístas y fieles de la religión folclórica la veneren por igual.
Como la Virgen María para los católicos, ella es protectora y consoladora. Kuan Yin
salva al pescador en peligro, cuida a los niños y aleja los males. Si alguien tiene
pensamientos impuros e invoca a Kuan Yin, su corazón quedará limpio. La ira puede
desaparecer con sólo llamarla. Ella da hijos a las madres y si alguna pide una niña,
ésta será hermosa. "Dos hombres -uno cantando los nombres de los 6.200.000
budas, en cantidad igual que las arenas del Ganges, y otro simplemente
pronunciando el nombre de Kuan Yin- tienen igual mérito", dice un proverbio
popular.
Durante el aniversario de su nacimiento, el día decimonoveno de la segunda luna, los
templos de Kuan Yin se repletan de fieles. Llevan ofrendas de "fideos de la
longevidad", frutas y otras comidas vegetarianas.
Muchos de los creyentes en esta diosa también ponen frente a su altar pasteles de
arroz glutinoso, frutas secas y figuras de papel en forma humana para invocarla y
pedir el fin de la mala suerte y el comienzo de las bendiciones. Las figuras de papel
tienen la función de "absorver" los malos espíritus o influencias. Son quemadas al
final del rito, como punto final de la mala racha por la cual se ha pasado.
El cumpleaños es una de las tres festividades más importantes de los fieles de Kuan
Yin. Las otras dos son el aniversario del día en que su previa encarnación, la princesa
Miao Shan, se hizo monja, y la ocasión en que la diosa consiguió la Iluminación según
la fe budista. Estas son celebradas el día decimonoveno de la novena luna y el día
noveno de la sexta luna, respectivamente.
En Taiwan hay más de 600 templos en los cuales Kuan Yin es venerada como la
deidad principal. La mayoría de ellos está en la ciudad sureña de Kaohsiung, que
tiene más de 80. En segundo lugar viene Taipei, donde está el famoso Templo
Lungshan.
Desde que el Gobierno de la República de China en Taiwan flexibilizó las normas de
viaje a China continental hace cinco años, muchos fieles de templos locales
dedicados a Kuan Yin han hecho peregrinajes a la Isla Puto, en la provincia de
Chekiang, donde según la leyenda la diosa alcanzó la Iluminación.
Una princesa devota
El mito dice que en un reino en la frontera de Camboya o Birmania, o quizás en India,
vivió un monarca llamado Miao Chung. Se acercaba a los 50 años de edad y no tenía
hijos, por lo cual elevó grandes plegarias que fueron finalmente respondidas. Su
esposa dio a luz en años sucesivos a tres niñas: Miao Ssu, Miao Yin y Miao Shan.
Cuando tuvieron
edad casadera, el rey preparó los matrimonios para cada una. Pero, a su turno, Miao
Shan rehusó aceptar las órdenes de su padre y pidió autorización para hacerse
monja.
Después de muchos contratiempos, Miao Shan consiguió que la dejaran ingresar en
un convento donde, bajo órdenes de su padre, le fueron dadas las tareas más
difíciles como forma de persuadida a regresar al palacio. Pero los dioses y los
animales la ayudaron en sus quehaceres y el rey, enfurecido, ordenó quemar el
monasterio. Con la ayuda del Cielo, la princesamonja logró apagar el incendio.
Entonces, el rey ordenó su ejecución por desobedecerlo. Vanos fueron los últimos
intentos de hacerla abandonar los hábitos. Cuando la decapitación se llevó a cabo,
un tigre celestial huyó con el cuerpo y su alma partió a visitar el Infierno que, con su
presencia, se convirtió en un verdadero paraíso de alegría. Pero el Rey del Infierno
reclamó al Cielo por el desajuste que se estaba produciendo en el orden natural de
las cosas, de modo que la princesa fue devuelta a la vida. Pasó luego nueve años en
la Isla Puto perfeccionándose hasta alcanzar la Iluminación.
Tiempo después, el rey Miao Chung fue afectado por una enfermedad mortal que
sólo podía ser curada con una pomada hecha con un ojo y una mano humanos.
Obviamente, sólo Miao Shan podía hacer tamaño sacrificio y el rey sanó. Cuando
descubrió que la hija castigada era su salvadora, el monarca abandonó su reino y se
convirtió al budismo junto a toda su familia.
Esta historia tiene diversas variaciones, pero su origen se atribuye a un monje
llamado Tao Suan que vivió en el siglo VII d.C.. Sus revelaciones fueron compiladas y
publicadas por sus discípulos para propagar la fe budista.
¿Hombre o mujer?
Uno de los aspectos más difíciles de comprender para los no entendidos en las
religiones orientales, es el hecho de que Kuan Yin haya sido venerada antes de la
dinastía Tang (618-907 d.C.) como una deidad masculina. Existen pinturas de Kuan
Yin en las cuevas de Tunghwang, en los cuales aparece con la figura de un hombre
con bigotes.
Una de las respuestas populares para el cambio de sexo es que Kuan Yin es capaz de
hacer 33 tipos de manifestaciones o transformaciones. Se trata de una habilidad
única, no compartida por ninguna otra deidad china, prueba de que Bodhisattva es
todopoderoso y que Kuan Yin tiene un poder mágico para ayudar a todos los seres
sufrientes, especialmente sus devotos.
Investigaciones de expertos en religiones orientales señalan que su origen podría
estar en Avalokitisvara, un dios indio nacido de una luz que emanaba de Arnitabha
Buda, y que representa el aspecto compasivo de Buda. Además, el nombre de Kuan
Yin contiene un sonido que se asocia con el principio femenino del "Yin". Para la gran
mayoría de analfabetos que no podía diferenciar entre uno y otro carácter escrito
debe haber sido difícil explicarse una deidad masculina con tal apelativo.
No obstante, el problema de su género parece no preocupar a los fieles tanto como
el recuento de sus milagros. Abundan historias en este sentido. Una señala que, en la
Segunda Guerra Mundial, el viejo edificio del Templo Lungshan de Taipei fue
reducido a escombros durante un bombardeo. Al momento de limpiar el lugar, la
gente descubrió con gran asombro que una imagen de la diosa permanecía intacta en
medio de la devastación.
Hace una década, en Taiwan se reprodujo ampliamente un cartel en el que aparecía
Kuan Yin montada sobre un dragón volando por los cielos y luego, otra del choque de
dos autobuses repletos de gente. En el parabrisas de uno de los vehículos se ve la
imagen de Kuan Yin. Se dice que el accidente verdaderamente tuvo lugar y, gracias a
la oportuna manifestación de la diosa, no hubo víctimas.
Para los creyentes más devotos, los milagros de Kuan Yin suceden cada día. Porque
ella es la diosa que escucha los ruegos de todos los que la invocan.
Al templo Lungshan de Taipei, uno de los 600 dedicados a Kuan Yin en Taiwan,
diariamente acuden cientos de devotos.
Cristian Avallone Sacerdote Afroumbandista Tarotista y Terapeuta Holistico
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